¡Epa, estúpido! Nadie gana una guerra nuclear (y si provocas una, no serás raptado)

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17 de junio de 2025 (EIRNS) — El movimiento MAGA (siglas en inglés de “Haz grande a Estados Unidos de nuevo”) que eligió a Donald Trump para un segundo mandato, a pesar de la histeria masiva de la prensa, las cacerías de brujas judiciales y las prácticas electorales cuestionables, está profundamente dividido sobre la cuestión de la supervivencia a una guerra nuclear. Para cualquier persona sensata, esto debería ser obvio. El ex Presidente de los Estados Unidos y ex comandante supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas en Europa, Dwight Eisenhower, dijo una vez la ocurrencia de que “lo único peor que perder una guerra nuclear es ganarla”. El Presidente Ronald Reagan estaba tan preocupado por esto que aceptó la propuesta de Lyndon LaRouche de desarrollar conjuntamente entre Estados Unidos y la Unión Soviética un sistema de defensa con haces de partículas láser, y a pesar del rechazo soviético a su oferta, el 23 de marzo de 1983 anunció la “Iniciativa de Defensa Estratégica” a fin de “hacer impotentes y obsoletos los misiles nucleares”.

Hoy, sin embargo, la comprensión de lo que ocurre en un intercambio termonuclear ha quedado relegada a los cursos especiales que imparten expertos como Steve Starr y Ted Postol. A los niños del "civilizado" mundo occidental no se les enseña lo que ocurrió en Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. Peor aún, los mentados "expertos militares", como los que ocupan importantes puestos en la formulación de políticas, como el contralmirante Thomas Buchanan, director de la Dirección de Planes y Políticas del Mando Estratégico de Estados Unidos, han revelado que consideran que la guerra nuclear "se puede ganar". Consideremos las declaraciones de Buchanan en la conferencia del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales del 20 de noviembre del 2024:

"Creo que todo el mundo estará de acuerdo en que, si tenemos que entrar en un intercambio, queremos hacerlo en los términos más aceptables para Estados Unidos. Entonces, son los términos más aceptables para Estados Unidos los que nos permiten seguir liderando el mundo, ¿no?".

Según Buchanan, tras un intercambio termonuclear, es importante que Estados Unidos siga siendo capaz de "liderar el mundo".

La semana pasada, el 10 de junio, dos días después de la cumbre de emergencia del Presidente Trump en Camp David, en la que participaron el secretario de Defensa Pete Hegseth, el secretario de Estado Marco Rubio, el vicepresidente J.D. Vance y otros "almirantes y generales" no identificados, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, publicó en sus cuentas personales de redes sociales (donde ahora ha añadido la advertencia: "Las opiniones no reflejan la posición del Gobierno de los Estados Unidos ni del Departamento de Defensa") un vídeo gráfico de tres minutos y medio sobre su reciente visita a Hiroshima, en el que muestra imágenes de las secuelas de la bomba nuclear y advierte que las bombas nucleares actuales son 14 veces más potentes. Por ello, fue duramente criticada por la prensa británica y sionista neoconservadora y, en algunos casos (como el del director de la revista New Republic, Mark Levin) acusada de traicionar a los héroes de guerra estadounidenses al negar la necesidad de lanzar las bombas para poner fin a la guerra.

La facción belicista incluye a luminarias como el senador Lindsey Graham, el general Michael Flynn y, hoy, el a veces sensato Roger Stone, que acaba de enviar un correo electrónico elogiando a Nixon por acudir en ayuda de Israel con material militar masivo en 1973, dando a entender que Trump debería hacer lo mismo.

Por otro lado, Tucker Carlson; el ex asesor de Trump, el coronel Douglas Macgregor; la representante Marjorie Taylor Greene (republicana por Georgia) y ahora incluso Steve Bannon se han pronunciado en contra de la participación estadounidense en una guerra con Irán (aunque no de la manera más valiente) afirmando que es una traición a la consigna de "America First"  (Estados Unidos primero). En un largo comentario en X, Marjorie Taylor Greene escribió: "Todo el mundo está descubriendo quiénes son realmente America First/MAGA y quiénes eran falsos y solo lo decían porque era muy popular. Por desgracia, la lista de falsos es cada vez más larga y se han delatado rápidamente. Cualquiera que se muera de ganas por que Estados Unidos se involucre plenamente en la guerra entre Israel e Irán no es America First/MAGA. Desear el asesinato de personas inocentes es repugnante. Estamos hartos de las guerras en el extranjero. De todas ellas.

"Y esta guerra se extenderá rápidamente por el Medio Oriente, los países del BRICS y la OTAN, ya que se exigirá a los países que tomen partido...".

Como afirmó Helga Zepp-LaRouche en la llamada con sus colegas internacionales, no hay nada garantizado sobre el rumbo que tomará esto. Se acaba de informar que una reunión previamente programada entre Rusia y Estados Unidos con el objetivo de resolver las tensiones diplomáticas heredadas fue cancelada por iniciativa de Washington, incluso cuando el Presidente Trump le dijo claramente al Primer ministro de Canadá, Mark Carney, que si Rusia no hubiera sido expulsada del G8, "esta guerra" [¿cuál de todas, debemos preguntarnos ahora?] no habría ocurrido.

Los mensajes contradictorios del Presidente Trump ya no funcionarán, gracias a los ataques contra Rusia e Irán en las dos primeras semanas de junio. Trump ya no puede ser un negociador de confianza por la paz, algo de lo que no parece darse cuenta. Estados Unidos y la presidencia de Trump también están siendo blanco de una "estrategia de tensión", como se ha visto en los tiroteos (uno mortal) contra legisladores demócratas en Minnesota y en las manifestaciones "No Kings" (Sin reyes) financiadas por multimillonarios, en todo Estados Unidos.

Aunque no podemos predecir lo que hará el Presidente Trump, ni controlar lo que harán nuestros vecinos, sí podemos controlar lo que vamos a hacer nosotros, que debe ser construir el movimiento LaRouche con vigor, para que se suscriban cientos de personas a la EIR (inglés), y se afilien al Instituto Schiller  y a The LaRouche Organization (La Organización LaRouche) e invitarlos a participar en las reuniones de la Coalición Internacional por la Paz los viernes. Somos gente de "ideas", como se refleja en nuestras conferencias y en publicaciones como Leonore (en inglés) e Ibykus (en alemán), y nuestras ideas son necesarias.